Salinas de oro, municipio independiente del valle de Gesalatz – Guesálaz, está inmerso en el proyecto de acondicionamiento del entorno del río que ha dado nombre a nuestro valle secreto, Gesalatz, “El Salado”.
La intención es reacondicionarlo para un uso lúdico, haciéndolo más atractivo y útil para vecinos y circunstanciales visitantes. Dentro de este proyecto de regeneración del río, y como primera actuación, esta programada la restauración del coqueto puente medieval que lo atraviesa. No se trata de una obra mayor del románico navarro, pero desde su construcción en el siglo XII viene cumpliendo perfectamente la función de atravesar el Salado en el camino que lleva a la Basílica de S. Jerónimo, situada en el termino histórico conocido como “Lo de oro”. Por tal motivo se ha realizado un estudio que aconseja la reparación de su cimentación, pues el paso del agua y los años la han deteriorado considerablemente. El presupuesto que se maneja no es corto, pues sobrepasa los 100.000€, pero al amparo de esta restauración se prevé mejorar y acondicionar la antigua zona de baño conocida en Salinas como “la Concha”, así como la adecuación de los senderos, dotándolos de marcas e indicadores. La gran salinidad del agua del río Salado ha sido motor de la economía de este municipio navarro, que alberga, totalmente productivas, las últimas salinas en terrazas adaptadas para la extracción de sal por evaporación de las aguas surgidas de un manantial salobre natural. La sola contemplación de estas piscinas de sal, especialmente en verano, cuando se encuentran en plena producción, nos retrotrae a los tiempos en que el trabajo manual, realizado artesanalmente por hombres y mujeres, era la norma que determinaba la vida en perfecta comunión con el medio de los habitantes de Salinas de Oro – Jaitz.
PRESA Y CASCADA EN EL SALADO
La alta salinidad del agua, con casi 300g. de sales por litro, dependiendo de la época, hace del baño una experiencia única, pues hay que tener en cuenta que la concentración de sal puede llegar a ser hasta de 10 veces la que existe en el mar. Todos sabemos el turismo que genera el Mar Muerto, que recibe miles de turistas anualmente para disfrutar de la “ingravidez” del baño en sus aguas. Las aguas del salado tan sólo están un poco menos saturadas que las del Mar Muerto, pero los que han tenido el privilegio de bañarse en sus pozas, dicen que se flota de igual manera y que enseguida se perciben los beneficios que producen en la piel las sales y minerales disueltas en sus aguas. En Casa rural navarra Urrarena, seguiremos con especial atención este proyecto tan interesante que vuelve a incidir en la recuperación y mejora de los espacios de nuestros valles, Guesálaz y Yerri.